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Te lo vamos a contar todo sobre los sistemas de apertura de puertas de cocina con una práctica tabla para que te sea más fácil elegir el tuyo.
(imagen: Pinterest.es)
Tiempo de lectura: 12:30
Aunque parezca un detalle de poca importancia te sorprenderías de cuánta gente se atasca llegado este momento en la planificación de su nueva cocina dado que en muchos casos afecta al mismo diseño y no se puede dejar para el final.
Vamos a contártelo todo todo sobre este tema pero lo más importante: no existe la solución perfecta, sólo existe la mejor solución para ti.
Por este motivo vamos a ilustrarte todas las características de cada sistema para que tú elijas la que mejor se adapta a tus necesidades.
(imagen: Visiby studio)
!Vamos allá! Pero antes de empezar “sincronicemos” expectativas y conocimientos para asegurarnos que tenemos los mismos criterios a la hora de seleccionar nuestro sistema de apertura para las puertas de nuestra nueva cocina (o armario).
Esta no pretende ser la guía “definitiva”, para eso están los especialistas que te aconsejarán cuándo ya estés planificando tu cocina. Esta guía te ayudará a que no te suene a chino cuándo te pregunten ¿“Gola” o “Push-Pull”? Así que no entraremos en diferenciar sistemas para persianas, armarios altos, cajones, etc. Sino que hablaremos en general de los sistemas en sí, sin tener en cuenta los motorizados (sí, los hay con motor).
Para clasificarlos tendremos en cuenta su versatilidad a la hora de cambiar de sistema de apertura, su visibilidad o integración en el frente, su precio, mantenimiento, cómo envejecen y su facilidad de sustitución de piezas en caso de necesidad.
Es poco visible
Sabemos que una cocina tiene que ser ante todo funcional y práctica pero no podemos esconder que la cuestión estética tiene un gran peso en todas las elecciones que tomamos a la hora de planificar la cocina de nuestros sueños. Le llamamos “visibilidad” y no estética por un sencillo motivo, “para gustos colores” y no podemos decir “bonito” o “feo”. Así que con este criterio clasificaremos los distintos sistemas en función de su nivel de integración en el diseño.
Es barato
Aunque parezca obvio, con “precio” nos referimos al “coste total” del sistema. Un ejemplo, una “Gola” en sí no tiene coste directo en cuanto para abrir agarramos directamente la puerta sin ningún elemento, pero el mecanizado de la pieza o los perfiles que pueda llevar hay que considerarlos.
Es fácil de mantener
Limpiar, apretar un tornillo, ajustar... Empezaremos diciendo que todos los sistemas necesitan un mínimo de mantenimiento, aunque sea pasar un trapo de vez en cuando. Pero hay sistemas que requieren más “atenciones” que otros si queremos estirar al máximo su vida útil.
Envejece bien
A propósito de vida útil... ¿Cómo envejece nuestro sistema de apertura de puertas? Hay sistemas que tienen más “mecánica” como el Push y una vida útil estipulada mientras que una Gola tiene más tendencia a acumular suciedad pero difícilmente se estropeará.
Es fácil de reemplazar
¿Y qué pasa cuando hay que sustituir nuestro sistema? No confundamos esta categoría con la versatilidad. Aquí no nos referimos a cambiar de sistema sino a cambiar una pieza dañada. ¿Es fácil de encontrar? ¿Lo puedo hacer yo por mi cuenta? Por ejemplo, un tirador es bastante fácil de sustituir con un destornillador común, pero los fabricantes cambian de modelos con frecuencia y descatalogan los modelos más antiguos. Si es nuestro caso podemos tener dificultad en encontrar algo parecido con la misma distancia entre agujeros.
Bien, ahora sí, ha llegado el momento...
Es fácil pasar a otro sistema
Por versatilidad a la hora de clasificar las diferentes tipologías de sistemas nos referimos a la posibilidad de “cambiar de sistema” si cambiamos de idea, nos cansamos, se estropea o un mix de todo lo anterior. Un ejemplo de poca versatilidad es un tirador que generalmente necesita 2 agujeros para su fijación. Si cambias de idea no podrás tapar los agujeros e incluso la distancia entre agujeros no siempre es estándar entre diferentes marcas. Así que lo clasificaremos como un sistema poco “versátil”.
Y ahora que hemos establecido los criterio de clasificación pasemos a analizar cada sistema.
1. Pomo
(imagen: micasarevista.com)
El pomo es probablemente el antepasado de todos los sistemas de apertura y aún así sigue vivito y coleando. ¿Su secreto? Probablemente es el sistema más “equilibrado” de todo. Versátil, barato, con cierta presencia pero discreto, fácil de mantener y de sustituir... Sus detractores le acusan de “clásico” o “antiguo”, pero ahí sigue.
Es mucho más versátil que un tirador al tener un solo agujero. Si te cansas o necesitas cambiar todo se facilita al tener sólo un agujero en cuanto te permite poner otro pomo o pasarte al tirador.
Es un elemento exento y poco invasivo a nivel visual así que imprime cierto carácter pero con discreción. Últimamente a vuelto al auge en su versión más trendy en cuero y los dorados vintage.
Suelen ser de precio muy reducido debido a que se necesita muy poco material en su fabricación.
Envejecen bastante bien. Sólo necesitan una limpieza superficial periódica y ojo a la abundancia de agua de limpieza que puede facilitar la oxidación del tornillo.
Si eso pasara o en caso de querer sustituir tu pomo sólo necesitas quitar un tornillo.
2. Tirador
(imagen: home-designing.com)
El tirador es probablemente el sistema más difundido aunque esté cediendo posiciones. Es un elemento alargado externo a la puerta que se fija a ella por dos tornillos. Las características que lo definen son: longitud, forma (puente o adherido), material (metal, madera, cuero), paso (distancia entre tornillos), estilo.
Por su sistema de fijación es un sistema bastante invasivo al tener que agujerear la puerta. Así que si cambias de idea, quieres darle un toque diferente a tu cocina, se te rompe u oxida uno, los agujeros que tienes son los que van a condicionar tu cocina para siempre, si tienes tirador, en general, puedes cambiar de tirador pero no de sistema.
Es un elemento externo a la puerta así que es un elemento que tiene bastante visibilidad e importancia sobre la estética general de tu cocina. La ventaja que tiene un elemento con tanto “carácter” es que te permite cambiar la estética y el estilo con pocos euros.
La variedad de tamaños, estilos, materiales de tiradores es prácticamente infinita así que hablar de precios es muy relativo. Si hablamos del tirador estándar como el de la foto y de su facilidad de instalación podríamos decir que el tirador es un sistema barato.
A nivel de mantenimiento sólo necesitaremos apretar un poco los tornillos muy de vez en cuando. El tema “limpieza” depende del tipo de tirador: cuanto más sencillo más fácil de limpiar y mejor envejecerá. Los perfiles complejos, con mucho recoveco tendrán más tendencia a acumular suciedad. Además en una cocina hay agua y sabemos que el agua puede ser dañina para muchos materiales empezando por los tornillos de sujeción que suelen ser de metales ferrosos con tendencia a la oxidación. Pero paradójicamente en la mayoría de los casos el problema es el exceso de agua a la hora de limpiar más que el agua que cae de la encimera.
Si pasa eso o simplemente queremos cambiar de tirador, dando por supuesto que hemos encontrado un nuevo tirador con la misma distancia entre agujeros (paso), la sustitución en sí es muy sencilla y sólo se necesita un atornillador.
3. Uñero
(imagen: colours-aluminium-fabrication.business.site)
Antes de empezar tenemos ponernos de acuerdo a qué nos referimos con uñero. Hay una zona gris bastante ancha entre “uñero” y “gola. Eso es porque son parientes estrechos... La gola es una evolución del uñero.
En el uñero el sistema de agarre está totalmente integrado en la puerta y esto puede ser o bien por un perfil metálico embutido en la puerta (prácticamente en desuso) o bien por un mecanizado (fresado) que genera un “canal” que permite meter la “uña”, o sea los dedos, para poder abrirla.
Por lo tanto en el caso de un uñero mirando la puerta de frente no puedes ver nada más que el frente de la puerta. Parece un poco lío pero cuando leas qué es una gola te quedará clarísimo.
El concepto de uñero es relativamente reciente, desde qué las herramientas de mecanizado han estado al alcance incluso de pequeños fabricantes. Recuerda que en el caso del uñero mecanizado se necesita “comerle” a tu puerta parte de material para hacerle sitio. Eso implica que la puerta tiene que ser de DM, un tablero de densidad media que aguanta el fresado y generalmente el acabado que mejor se presta es el lacado que encarece el precio de la puerta. Así que, mientras un pomo o un tirador te lo podrías montar tú en casa, para instalar un uñero se necesita maquinaria de alta precisión.
Todo esto convierte el uñero en un sistema prácticamente irreversible. Si cambias de idea es muy poco versátil.
El uñero nace como respuesta a la necesidad de un sistema estéticamente mejor integrado y visualmente menos invasivo del tirador. Así que si buscas líneas limpias y un diseño “minimal” es una de tus opciones.
El coste de este sistema es de los más elevado dado que implica el coste de la pieza más el coste del mecanizado más el coste del lacado.
A nivel de limpieza suele requerir bastante “mimo”. Piensa que el sistema de apertura consiste en generar una hueco, un canal sobre una superficie lacada que en ambientes húmedos, con restos de comida y grasas en suspensión de los fogones, tiende a acumular suciedad. Mantenimiento en si no necesita, pero sí algo de limpieza y atención con el agua en exceso.
Es un sistema que envejece bastante bien si se tienen los cuidado de mantenimiento hablados pero si te ves en la tesitura de tener que cambiar de pieza se complica bastante la cosa: hay que cambiar la puerta entera y necesitarás acudir a tu fabricante de cocinas.
4. Gola
(imagen: santos.es)
Como decíamos, es una evolución del uñero y para esta clasificación entendemos que un sistema de “gola” está formado por la geometría entre puerta y mueble en cuanto este último tiene un canal constituido por perfiles metálicos o plásticos que crean una hendidura en la que caben los dedos y permiten agarrar la puerta.
En palabras simples, la puerta es más baja que el mueble y deja espacio para su agarre.
Es un sistema que nace de la búsqueda del minimalismo puro, de la necesidad de “hacer desaparecer” el tirador. Por lo tanto sus orígenes son puramente estéticas. Eso sí, es un sistema fácilmente reconocible por las hendiduras horizontales que quedan vistas.
Teórica y técnicamente es muy versátil en cuanto la apariencia de la puerta oculta el sistema de agarre por lo tanto podríamos pasar a un pomo o tirador fácilmente. Ahora bien, este sistema se basa en dos elementos: la puerta en sí y el espacio que hay en el mueble para permitir meter los dedos. Pero, por mucho que cambiemos de sistema, ese “espacio” será muy difícil de disimular o, mejor dicho, será muy difícil que quede estéticamente bien.
Su poca visibilidad es la característica más destacable o sea que no vamos a añadir.
El precio no suele ser disparado, suele ser un mecanizado bastante sencillo, con poca incidencias y no necesita perfiles para generar el sistema de agarre...
A nivel de limpieza hay que tener en cuenta que para abrir se necesita agarrar directamente la puerta y con el tiempo pueden aparecer "halos". Por otra parte la hendidura puede acumular suciedad pero, al tratarse de perfilería metálica o plástica, su limpieza es muy fácil.
Al ser un sistema “no sistema”, sin piezas, tornillos u otros elementos que se puedan dañar envejece muy bien y no necesita mantenimiento.
5. Push - Pull
(imagen: Pank Pankk en Pinterest)
Como indica su nombre, para abrir la puerta requiere de dos movimiento: primero se empuja (push) ligeramente el frente y el mecanismo empuja (pull) la puerta. Es el sistema más “tecnológico” de los sistemas no motorizados y el único que permite ser motorizado.
Nace como respuesta a la necesidad de “invisibilidad” que requiere el minimalismo más purista, o sea que el factor de peso en tu caso es una estética de lineas rectas y limpias sin elementos que distraigan esas formas volumétricas éste es tu sistema.
El mecanismo en sí está fijado al armario y no en el frente, de ahí que sea el sistema más versátil dado que la puerta está intacta, sin mecanizados ni agujeros. Es un lienzo en blanco que te permite, si te cansas, pasarte a cualquiera de los otros.
Ya hemos hablado de su nula visibilidad así que pasamos directamente al precio. No suelen ser carísimos pero, al llevar un mecanismo, el precio es directamente proporcional a su óptimo funcionamiento y a su vida útil. Casi no requieren limpieza al estar en el interior del armario pero de vez en cuando tendrás que “registrarlos”, algo muy sencillo que consiste en rotar el pistoncito que empuja la puerta para que sobresalga más o menos y se ajuste a la perfección a nuestro frente.
El “pero” de este sistema es la vida útil. Al llevar un mecanismo con muelle tiene un número enorme pero limitado de aperturas
Bien, ahora sí, ha llegado el momento...
Te dejamos esta tabla resumen que podrás usar como "chuleta" cuando vayas a planificar tu nueva cocina.
(imagen: Visiby studio)
Links de interés:
- 10 claves para elegir tiradores: decofilia.com
- Los tiradores que alegrarán tu cocina: elmueble.com
- Sistemas de apertura de cocinas, ventajas e inconvenientes: elmueble.com
Etiqueta:
cocinas decoracion